LA AMAPOLA NEGRA (Los Colgados de la transición)
Acabo de autopublicar en Amazon un libro que tenía escrito desde hace algún tiempo y reposaba en algún lugar de la bodega de mi memoria. Al releerlo he pensado que existen muchos elementos, en esa páginas, que nunca se han contado o que, por lo menos, nadie ha profundizado sobre ellos en su justa proporción. Como es evidente yo pertenezco a esa generación que entró en la primera adolescencia cuando el la dictadura franquista tocaba a su fin. Vivimos en los institutos y en los barrios los últimos coletazos del franquismo y fuimos actores plenos en los primeros años de la transición, participando en el devenir social y político de aquellos años, tan apasionantes, tan aparentemente utópicos, pensando que la revolución era aún posible. Muchos de aquellos jóvenes dieron lo mejor de sí mismos confiando en que una nueva sociedad se abría paso y luchando para que aquello fuera posible. Muchos abandonaron trabajos, universidad, estudios, para centrarse en aquella utopía. Pero, con el paso del tiempo, la utopía se volvió distopía, una realidad distinta a la soñada se fue imponiendo y muchos de aquellos jóvenes, lo que dejaron escapar todos los trenes de los nuevos tiempos, se quedaron colgados entre la nausea y la nada. A eso hay que añadir el paulatino cambio que se registró en la sociedad española asociado a la droga y a la aparición de enfermedades como el sida y a los nuevos modelos que impuso el neocapitalismo. Este libro retrata aquellos años, recurriendo a la ficción, con personajes sacados de su contexto, pero que explican o tratan al menos de explicar, todos aquellos avatares de unos años maravillosos, espléndidos, donde las miradas, los gestos y las sonrisas parecían adivinar una nueva época. Luego, la realidad se impuso y todo aquel juego quedó desbaratado, en el afuera de la historia. Pero es ahí, en los márgenes de la historia, donde se pueden otear los caminos perdidos, llenos aún de semillas sin fructificar. Para muchos otros, el camino seguido, la restauración de la democracia, fue en sí mismo un logro, un triunfo social, si tenemos en cuenta que vivimos en un país que nunca ha gozado de tantos años de libertad como los que gozamos en este momento. La espada, el sable, el fusil y el caballo siempre han amenazado nuestra convivencia. En definitiva, es un libro que pretende iniciar una reflexión sobre aquellos años y rendir un homenaje a los que se quedaron colgados sin horizonte posible.

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